Zacatecas, estado que conjuga una rica historia y una vivida tradición en sus fiestas, ha conseguido hechizar tanto a sus habitantes como a visitantes de todas partes del mundo.
Este encanto se logra gracias a celebraciones repletas de música y folclor que han perdurado a través del tiempo, ostentando rasgos únicos y reconocibles.
Una excelente forma de descubrir el impresionante corazón histórico de Zacatecas es a través de un recorrido a pie, y qué mejor manera de hacerlo que al compás de la tambora y con un buen trago de mezcal local en una callejoneada zacatecana.
El itinerario comienza en la Plaza de Armas, serpenteando por los callejones y calles más icónicos del centro histórico de Zacatecas.
El origen de esta fascinante tradición se remonta a los albores de la explotación minera en Zacatecas, actividad predominante desde hace siglos.
En aquellos tiempos, los mineros celebraban el día de pago con un júbilo inusitado, paseándose por las calles de la ciudad, cantando, y disfrutando de mezcal hasta el amanecer, en celebración de otro día sobreviviendo a las duras y riesgosas labores de la mina.
Estos instrumentos, con el tiempo, fueron adaptados para crear el conocido tamborazo zacatecano.
Con el paso de los años, esta costumbre minera ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que hoy se conoce como las callejoneadas zacatecanas, principal atractivo turístico de la capital del estado.
Actualmente Zacatecas se ha posicionado como un destino favorito para bodas y turismo romántico. En esta línea, la Secretaría de Turismo de Zacatecas ofrece a las parejas que deciden casarse en el estado, ya sean nacionales o extranjeras, la posibilidad de vivir la experiencia única de una callejoneada.
